«El tratamiento osteopático infantil puede prevenir problemas que en la edad adulta tienen difícil solución»
La osteopatía pediátrica utiliza técnicas muy suaves y respetuosas con el momento de crecimiento de los pequeños, especialmente en los primeros años de vida. En bebés sirve para abordar dolencias del sistema digestivo, como cólicos y estreñimiento, dificultades para conciliar el sueño y deformidades craneales, por ejemplo. A medida que el niño o la niña se hace mayor, trata problemas como malas posiciones de pies y piernas y alineación de la espalda, entre otros. Con motivo del diploma en Osteopatía Pediátrica impartido por la Advanced Osteopathy Barcelona (AOB), conjuntamente con la universidad UPF-Barcelona School of Management, ofrecemos tratamiento gratuito para menores, de 0 a 14 años. El servicio es a cargo de osteópatas profesionales titulados y se realizará en la Clínica de Osteopatía de Barcelona.
Para ahondar en esta propuesta altruista, hoy tenemos la oportunidad de conversar con algunas de las profesoras que impartirán el diploma a partir del 22 de octubre en la AOB. El objetivo es recoger las opiniones y experiencias en este ámbito de las osteópatas, especializadas en el ámbito infantil, Marta Moreno, Rosa Roig, Debora Mínguez y Eva Veloso.
¿Qué aporta la Osteopatía Pediátrica?
Se trata de enfoque terapéutico que aporta una visión holística del niño. Es decir, a la hora de abordar una dolencia en la consulta tenemos en cuenta muchos factores. Por ejemplo, el desarrollo intrauterino del pequeño, cómo fue el parto y las diferentes etapas de desarrollo. Para la Osteopatía el crecimiento es un proceso dinámico en el que existen diversas influencias. Hay involucrados aspectos visuales, motrices, emocionales, cognitivos…
Una de las características de la Osteopatía Pediátrica es que sirve para prevenir problemas estructurales posteriores.
Efectivamente. La Osteopatía es, sobre todo en bebés y niños, un tratamiento altamente efectivo. Es con este grupo donde la prevención alcanza su máxima expresión. Trabajando con la infancia se pueden prevenir problemas que en la edad adulta tienen una difícil solución, como por ejemplo una mala alineación de las piernas. Desde esta disciplina no esperamos a que una disfunción se convierta en un problema estructural instaurado. Podemos ayudar para que el crecimiento y los cambios posteriores se den de la mejor manera posible.
Y ¿en los casos en los que hay una patología concreta?
En estos casos la osteopatía sirve para reducir las crisis producidas por una otitis o una bronquitis, por ejemplo, evitando o reduciendo la dosis de medicación.
¿Cuáles son las dolencias más comunes que os encontráis en consulta osteopática infantil?
Existen muchísimos motivos de consulta. Los más comunes en bebés son trastornos del sueño, deformidades craneales, tortícolis congénitas, dificultad con la lactancia. También son frecuentes problemas digestivos, como los clásicos cólicos, reflujo, estreñimiento, y, por otro lado, problemas respiratorios como bronquitis.
En lo que respecta a las deformidades craneales que mencionáis, entiendo que son como consecuencia del parto.
Sí, en un parto largo o difícil el bebé puede sufrir tensiones como consecuencia del uso de espátulas, ventosas, fórceps o la tracción de un miembro o de la cabeza. Esto trastorna el funcionamiento normal de las estructuras craneales y, como consecuencia su desarrollo, generando tensiones en el cuerpo. Una consulta osteopática desde los primeros días de vida del recién nacido permite restablecer un equilibrio y borrar esas tensiones.
¿Y en niños y niñas en edad escolar, por ejemplo, cuáles son las dolencias más comunes?
En esa etapa tratamos habitualmente infecciones repetitivas respiratorias y otitis, sobre todo en la primera etapa de escolarización. También es frecuente intervenir por malas posturas como mochilas sobrecargadas, problemas de alineación de la columna y de oclusión, traumatismos por caídas jugando o haciendo deporte, y problemas visuales y del aprendizaje. Cuanto más precoz sea la intervención osteopática, mejores son los resultados sobre el niño. Los padres son cada vez más conscientes de ello.
Todos los tratamientos se llevan siempre en colaboración con otros profesionales como pediatras, logopedas, podólogos, optometristas, psicólogos y el resto de personal sanitario.
¿Cuáles son las técnicas más utilizadas en vuestras sesiones?
Siempre utilizamos técnicas de movilización suaves. Podemos usar técnicas de balance ligamentoso y membranoso, técnicas que siguen el movimiento espontáneo del bebé, técnicas de fascias, intraóseas, en la zona abdominal para trabajar diferentes órganos, trabajo del cráneo y la cara, de la caja torácica y la pelvis.
Por último, ¿qué le dirían a un padre o a una madre que recela de llevar a su hijo a un osteópata?
Le explicaríamos que para tratar a un pequeño siempre efectuamos una historia clínica con los antecedentes personales y una exploración detallada de los diferentes sistemas. A partir de aquí, encaminamos el tratamiento a mejorar la dolencia que presenta. Las técnicas son suaves. Siempre respetamos los tejidos del cuerpo y hacemos la valoración y los test necesarios para decidir si lo vamos a tratar o lo derivamos a otro profesional.
Cabe destacar que contamos con una formación previa como fisioterapeutas u otra carrera universitaria del ámbito sanitario, además de la formación de Osteopatía y la especificidad de Pediatría. Los padres siempre pueden consultar en el Registro de Osteópatas de España (ROE).
Para información sobre el Diploma de Osteopatía Pediátrica consultar aquí.
Para información sobre el Curso Introducción a la Pediatría (Bilbao) consultar aquí.
Para información sobre el Curso Deformaciones craneales en la infancia: abordaje osteopático y colaboración multidiscplinar consultar aquí.